
En Francia existe la posibilidad de unir el
Mediterráneo con el
Atlántico navegando. Parte del recorrido aprovecha el canal y la zona navegable del
río Garona y la otra, es el conocido
Canal del Midi.

Desde
Toulousse arranca esta obra de
ingeniería y paralela a ésta, un recorrido
ciclable. Durante tres jornadas ciclamos a la sombra de innumerables
plátanos que en su
día sembraron a la orilla del canal. P
edalearemos dentro de este enorme
túnel vegetal y tan sólo lo abandonaremos para visitar la antigua ciudad de
Carcassone.

El tráfico de vehículos a motor está restringido, por lo que el
único sonido que nos llega es de
azulones, pollas de agua y alguna gaviota despistada que nos anuncia la llegada del mar,
así como el ronroneo del motor de las barcazas que tienen limitada la velocidad a 8 km/hora. La nota de color del recorrido, la ponen las diferentes esclusas que posibilitan salvar el desnivel del terreno, en ocasiones, como las del
Fonseranes, en las que siete escalones consecutivos permiten salvar varios metros de altura.

De esta forma tan relajante avistamos al fin el
Mediterráneo, el cual nos
acompañará durante una temporada.
P.D.: El recorrido en bicicleta por este Canal se lo recomendamos a todos los amantes del desnivel 0 (apenas un centenar de metros en 240
km.) A todos aquellos que quieran pedalear unos
días solos o en familia. Es apto para todas las edades.

Ejemplo de ello, son el par de mujeres que deben rondar los 75 años que duermen en la tienda de al lado y que en sus viejas
gacelas acarrean hasta una cafetera. ¡Ya sabeis...
aquí no sirven las
esclusas!
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