Buscamos alternativas a las concurridas carreteras del Mediterráneo francés. Secundarias, pistas, caminos de canal....
Atardece en los alrededores de Fontignac y arribamos a un pueblito de mariscadores. Es hora de "localizar exteriores". Encontramos un rincón ideal: casa vacía con porche y vistas a las marismas.
Cae el sol, vuelan los flamencos.... tan sólo los ronquidos de Bera rompen la magia del lugar.
Parece que el verano viene con adelanto y a finales de abril, nos damos el primer chapuzón en el mar.
Atravesamos el Parque Natural de Camargue, rodeados de decenas de tarros, centenares de flamencos y millones de mosquitos.
Atardece en los alrededores de Fontignac y arribamos a un pueblito de mariscadores. Es hora de "localizar exteriores". Encontramos un rincón ideal: casa vacía con porche y vistas a las marismas.
Cae el sol, vuelan los flamencos.... tan sólo los ronquidos de Bera rompen la magia del lugar.
Parece que el verano viene con adelanto y a finales de abril, nos damos el primer chapuzón en el mar.
Atravesamos el Parque Natural de Camargue, rodeados de decenas de tarros, centenares de flamencos y millones de mosquitos.
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